Leyendo a través

Auscultando el papel

Aparecen suavemente unos símbolos

Que dan cota a palabras pacíficas

Usadas en un indeterminado idioma.

Se representan planos generales

Atravesados por cauces inquietos

Que enlazan gradualmente

Un documento impreciso.

Al primer instante de luz

La lectura suena a instrumento

Desafinado. Los modelos de sustitución

No tienen relación con ningún aspecto real.

Pero poco a poco, estos elementos van

Constituyéndose en artísticos

Revelando perfectamente un conjunto

Turgente y apasionado a los sentidos.

Music


MusicPlaylistView Profile
Create a playlist at MixPod.com

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Sermón de la montaña

En el Sermón de la montaña Jesús nos advierte que a todos llega el momento de la desolación, de darnos cuenta de que toda la vida depende de una Providencia que, cuidadosa y amorosamente, escribe nuestra historia. A veces no podemos evitar castigarnos diciendo: "¿De qué sirve mi vida si no puedo hacer nada? soy un inútil".
Somos imagen y semejanza de Dios que es Amor y, aun estando enfermos y necesitando ayuda para nuestros cuidados, tenemos una preciosa oportunidad para sacar lo mejor de los que hay a nuestro alrededor, abandonarnos en sus manos y recibir, a través de la libertad el amor de otros, todos los dones que Dios nos quiere dar.

Las Bienaventuranzas nos recuerdan que el ser humano no se valora por el exterior, sino que la dignidad está en que somos hijos de Dios y nada ni nadie podrá retirarnos ese título. Ni la enfermedad, ni la inactividad, ni el daño infringido por otros.
Además, puesto que a Él pertenecemos, y dispone de nuestra vida y de todos nuestros talentos para ponerlos en beneficio de los demás, sólo Dios es el dador de la dignidad que nos ha sido otorgada desde el principio hasta el fin de la vida