Amar sensaciones de arrebato
para atraerlas a nosotros.
Abrazar una constante atención
a fundirnos con metáforas útiles.
Abrirse a expertas experiencias,
concebir momentos de euforia.
Expresar nuestro fervor
cuando el nexo emocional es posible,
poniendo empeño en buscarlo
con la adecuada armonía.
Expulsar lo vivido con desgarro...
... probablemente así, nazca una poesía.