Cuando volví a a casa
Me senté en el jardín
Y no almorcé
Nada.
Me levanté de allí a las ocho
Y me fui a cenar
Les dije a todos
Que deseaba pasar
La noche en el jardín.
-hace frío- me han dicho.
Al amanecer
Ha hecho frío
Pero no me ha importado.
Me he cambiado de ropa muy temprano,
Y he vuelto al jardín
Con un libro que no llegaré a leer.
Sólo aquí
Me siento segura,
Como si
En el jardín encontrara
La solución a mi vida,
A mi existencia.
No he podido oír su llanto
Ni verla físicamente,
Pero sé que está conmigo
De otra forma…
Sigo notando su presencia
En mis doloridas entrañas.
Cada partícula de aire,
Las hojas,
Las flores,
Los pájaros…
Me recuerdan su existencia
Sin importarme
A dónde está…
Alguien
Se aproximado
Para hablarme
- estoy muy bien aquí
y no molesto a nadie.
La verdad es que yo
No monopolizo la mecedora
Pues, de vez en cuando,
Me paseo
O me siento
En una alfombra.
- No es que esté incómoda en la casa,
Sino que prefiero el jardín.
Al cabo de un rato
Ha empezado a llover,
Yo estaba sentada en la mecedora
Y me he calado hasta los huesos,
Pero lo he ignorado todo
No le he dado importancia.
-Nada existiría
Si no fuera por la lluvia.
Mientras llovía otros me han acercado
para hablarme,
y se han retirado
precipitadamente.
Y cuando ha parado de llover
Se me han acercado más personas
Que me han hablado
Y se han quedado de pie,
Mirándome
Curiosamente.
- Creo que no molesto a nadie- les he dicho
Ha entrado un hombre que dice ser médico
Se ha sentado en una silla
Y ha hablado conmigo
Pero yo no le he prestado ninguna atención.
- Prefiero el jardín. Le he dicho.
Y se ha retirado.