Vengo de un viaje interior, de reparar este armazón que me sostiene, de luchar contra una herida que no cicatriza, que es pura llaga que me absorbe lo que circula por mis venas, que no es sangre sino vida. El instinto de supervivencia me reserva algo que no llego a ver. No puedo subir mas porque ya estoy arriba en mi propio cenit pero al contrario que a los astros, yo no relumbro, porque mi obra no esta afuera sino dentro, en el alma, en los azares. Ni nace ni perece. Una obra que no es edificada en piedra sino en alma. Voy alzando mi obra con mis manos, que vive en mi mente como un sueño pensativo, sin perder su pureza.
Leyendo a través
Auscultando el papel
Aparecen suavemente unos símbolos
Que dan cota a palabras pacíficas
Usadas en un indeterminado idioma.
Se representan planos generales
Atravesados por cauces inquietos
Que enlazan gradualmente
Un documento impreciso.
Al primer instante de luz
La lectura suena a instrumento
Desafinado. Los modelos de sustitución
No tienen relación con ningún aspecto real.
Pero poco a poco, estos elementos van
Constituyéndose en artísticos
Revelando perfectamente un conjunto
Turgente y apasionado a los sentidos.