Intentaba dilucidar
Lo que merecía ser respetado
A un grado visiblemente sensorial.
Buscaba alguna tradición local
Que para nada existía.
Olvidó su honestidad
Tal como se la habían enseñado.
Dejó a un lado la integridad
Falsa, que le habían predicado,
Y recordó alguna ocasión
En que se enfrentara con coherencia
A su entorno capital.
Pero no hay nada que inventar
Cuando no se desea hacerlo.
Cuando asumes la integración
Sin analizar la forma
sin ánimo de armonizar
lo nuevo con lo antiguo,
cuando temes perder el miedo
a las peores alusiones literales
que los mejores pensadores
jamás han hecho.
Cuando ello significa renunciar
A los más poderosos argumentos.